FAO, la Secretaría de Agricultura, Alemania y la UNAM lanzan el proyecto “Suelos para la Nutrición” para mejorar la salud del suelo y la producción de alimentos nutritivos

El proyecto, financiado por el Gobierno de Alemania, fortalecerá las capacidades técnicas y comunitarias en México para el desarrollo de la salud de los suelos.
Ciudad de México, abril de 2025.– Con la presencia de autoridades nacionales e internacionales, el 23 de abril se llevó a cabo el lanzamiento oficial del proyecto “Mejorar las capacidades para el desarrollo de la salud del suelo y la producción de alimentos nutritivos en México”, mejor conocido como “Suelos para la Nutrición”.
La iniciativa es liderada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en colaboración con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura de Alemania (BMEL), el Programa Universitario de Estudios Interdisciplinarios del Suelo (PUEIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y otras instituciones aliadas.
Este proyecto busca fortalecer las capacidades técnicas de las y los productores para mejorar la salud del suelo, incrementar la fertilidad de los cultivos y fomentar sistemas agroalimentarios más nutritivos, resilientes y sostenibles. Se centra en capacitación local, diagnóstico participativo y adopción de prácticas de manejo sostenible del suelo con énfasis en la nutrición con un enfoque territorial e inclusivo.
La Representante de la FAO en México, Lina Pohl Alfaro, destacó el papel transformador del proyecto al integrarse a los planes estratégicos del país: “Este proyecto se integra a la gran transformación nacional. México tiene un plan claro para garantizar la seguridad alimentaria y conservar los recursos naturales, incluido el suelo. Nuestro papel es sumarnos. Si lo hacemos bien, Suelos para la Nutrición será un proyecto ejemplar, no solo para México, sino para el mundo.”
El Coordinador General de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Agricultura, Santiago Ruy Sánchez de Orellana enfatizó la importancia de conservar la salud de los suelos para el mantenimiento de la nutrición humana y reiteró su compromiso y apoyo para continuar trabajando en colaboración con FAO y sus socios en este tema.
Por su parte, Elena Xóchitl Ramírez Reivich, Coordinadora General de Sustentabilidad y Resiliencia Climática de la Secretaría de Agricultura, subrayó: “No podemos hablar de agricultura saludable si el suelo que la sostiene está enfermo. Este proyecto es una prioridad para lograr una producción sostenible que regenere, en lugar de degradar nuestros territorios.”
El proyecto se basa en los resultados de la primera fase, implementada en Bangladesh, Burkina Faso y Malawi, y en esta nueva etapa se ejecutará en México, Colombia y Burkina Faso, con financiamiento del BMEL y ejecución técnica de la FAO y sus socios.
La iniciativa se apoya especialmente en el programa Doctoras y Doctores de los Suelos, un programa global impulsado por la Alianza Mundial por el Suelo de la FAO, que busca formar técnicos y líderes comunitarios que acompañen a otros productores en el conocimiento de los suelos y en la aplicación de prácticas sostenibles.
México fue seleccionado como país clave por sus avances institucionales, como la Estrategia Nacional de Suelos para una Agricultura Sostenible, y su liderazgo en acciones concretas que reflejan su compromiso con la salud del suelo. Entre ellas destacan la implementación del programa RECSOIL – Recarbonización de los Suelos en colaboración técnica de la FAO y el financiamiento de la Unión Europea, la conformación de la Alianza Mexicana por los Suelos (AMEXU) que forma parte de la Alianza Mundial por el suelo. AMEXU tiene un papel clave como espacio de coordinación e intercambio técnico. Mexico ha puesto en marcha la Red Mexicana de Laboratorios del Suelo (MEXOLAN), que forma parte de GLOSOLAN y articula capacidades analíticas de suelos en todo el país. Estas plataformas, junto al trabajo con técnicos y productores, universidades y gobiernos locales, colocan a México a la vanguardia en la región.
Actualmente, el país ocupa el primer lugar mundial en implementación del Programa Global de Doctoras y Doctores del Suelo, con los siguientes resultados:
Nora Berrahmouni, Directora Adjunta de la División de Tierras y Aguas de la FAO en Roma, expresó: “Necesitamos suelos nutritivos para cultivos nutritivos, y para la salud de todas y todos. Este proyecto fortalece la gestión sostenible del suelo y vincula directamente la nutrición con la producción sostenible.”
Desde la perspectiva de cooperación internacional, Philipp Raschke, Consejero para Asuntos Agroalimentarios de la Embajada de Alemania en México, afirmó: “La conservación del suelo es una responsabilidad global. Este esfuerzo conjunto entre Alemania y México impulsa soluciones locales para un futuro sostenible y resiliente.”
Finalmente, desde el ámbito académico, la doctora María Soledad Funes Argüello, Coordinadora de la Investigación Científica de la UNAM, reafirmó el valor de la colaboración: “La ciencia cobra verdadero sentido cuando mejora la vida de las personas. Suelos para la Nutrición traduce conocimiento técnico en acción comunitaria y agricultura sostenible.”
El lanzamiento continuó con un taller técnico de arranque en el que participaron instituciones, académicos, técnicos, agricultores y especialistas para construir de manera participativa el plan de trabajo, definir prioridades territoriales y criterios de selección de las áreas de intervención del proyecto.
Con la visita a la Escuela de Campo “La Resurrección” en el municipio de Texcoco, Edo. De México se concluyeron las actividades de lanzamiento del proyecto. Esta visita ejemplificó las necesidades y retos diarios de los agricultores en el manejo de sus suelos, pero también las estrategias que implementan con el apoyo de técnicos para afrontarlos. La interacción directa con las agricultoras y agricultores permitió a los representantes de las instituciones participantes tener un mejor entendimiento de los desafíos del proyecto y de las acciones clave para enfrentarlos.
Con este paso, México refuerza su compromiso por una agricultura más justa, resiliente y nutritiva, y por el cuidado de un recurso esencial pero invisible: el suelo.
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