Nueva York, 9 de diciembre de 2022
Hoy es un día para recordar y rendir homenaje a las víctimas y los supervivientes de genocidios ocurridos en todo el mundo. Es un día para reflexionar sobre nuestro fracaso colectivo a la hora de prevenir este crimen en otras épocas, y para redoblar los esfuerzos a fin de prevenirlo en estos tiempos que corren y de aquí en adelante.
Han transcurrido más de 70 años desde que se aprobó la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, y aun así la amenaza del genocidio sigue presente en muchos lugares del mundo. La discriminación y el discurso de odio, así como los primeros indicios de genocidio, van en aumento en todas partes.
Debemos esforzarnos más por promover un firme liderazgo político y la acción resuelta frente a estas peligrosas tendencias. Debemos esforzarnos más por cumplir nuestro compromiso de librar a la humanidad del flagelo del genocidio.
Hace poco estuve en el Museo del Genocidio Tuol Sleng, en Phnom Penh, Camboya, donde tuve el privilegio de encontrarme con supervivientes de crímenes atroces.
Su conmovedor testimonio fue un recordatorio contundente del sufrimiento individual, el dolor y el horror que provocan el genocidio y los crímenes atroces.
Pido a todos los Estados Miembros que tomen medidas concretas para proteger a las comunidades en riesgo, en especial las minorías, y hacer frente a la discriminación y la persecución.
Los Estados tienen la obligación primordial de prevenir el genocidio, pero los líderes religiosos y comunitarios, la sociedad civil, el sector privado y los medios de comunicación, incluidas las plataformas de medios sociales, también desempeñan un papel esencial.
Este Día Internacional para la Conmemoración y Dignificación de las Víctimas del Crimen de Genocidio, insto a todas las partes interesadas a que se valgan de todos los medios que tengan a su disposición para prevenir este crimen y acabar con él de una vez.