29 de noviembre de 2022
La conmemoración del Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino coincide con un momento en que la esperanza de paz se ha reducido.
Me entristece profundamente el creciente número de civiles palestinos que han perdido la vida en la espiral de violencia en que está sumida la Ribera Occidental ocupada. Cada una de esas bajas alimenta el miedo y más violencia. Insto a todas las partes a que tomen medidas de inmediato para reducir las tensiones y romper ese ciclo mortífero.
Los factores que impulsan el conflicto desde hace tiempo, como la continuación de la ocupación, la expansión de los asentamientos, las demoliciones de viviendas y los desalojos, aumentan la ira, la desesperación y la impotencia.
Por su parte, Gaza sigue soportando cierres y crisis humanitarias debilitantes. Reitero mi llamamiento a todas las partes para que colaboren con miras a poner fin a los cierres en Gaza y mejorar las condiciones de vida de todos los palestinos.
El UNRWA sigue siendo un organismo de importancia vital para los refugiados palestinos.
Encomio a los donantes por su apoyo e insto a todos ellos a que redoblen sus esfuerzos y proporcionen una financiación previsible y suficiente para que el UNRWA pueda cumplir plenamente su mandato.
La posición de las Naciones Unidas es clara: la paz debe avanzar y la ocupación debe terminar.
Nos mantenemos firmes en nuestro compromiso de hacer realidad la visión de dos Estados, Israel y Palestina, que convivan en paz y seguridad, con Jerusalén como capital de ambos Estados.
Reafirmemos juntos nuestro inquebrantable apoyo al pueblo palestino en su búsqueda por ejercer sus derechos inalienables y construir un futuro de paz, justicia, seguridad y dignidad para todos.