Una prensa libre es vital para el buen funcionamiento de la democracia y para denunciar las irregularidades, orientarnos en un mundo complejo y promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Sin embargo, este año, más de 70 periodistas han sido asesinados simplemente por cumplir esa función en la sociedad. La mayoría de esos crímenes ha quedado sin resolver. Por otra parte, en la actualidad hay un número récord de periodistas en prisión, y siguen aumentando las amenazas de encarcelamiento, violencia y muerte.
La oleada de desinformación, el acoso en línea y el discurso de odio, especialmente contra las mujeres periodistas, contribuyen a reprimir a los trabajadores de los medios de comunicación de todo el mundo. La intimidación por medios jurídicos, financieros y de otro tipo utilizados indebidamente socava los esfuerzos por exigir cuentas a los poderosos. Estas tendencias ponen en peligro no solo a los periodistas, sino también a toda la sociedad.
El Plan de Acción de las Naciones Unidas sobre la Seguridad de los Periodistas está dirigido a crear un entorno seguro y libre para todos los trabajadores de los medios de comunicación. Al cumplirse el décimo aniversario de su establecimiento, exhorto a los Gobiernos y a la comunidad internacional a que tomen las medidas necesarias para proteger a nuestros periodistas. Debemos poner fin a la cultura de impunidad común, para que los periodistas puedan realizar su labor esencial.
En este Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, honremos a nuestros trabajadores de los medios de comunicación y defendamos la verdad, la justicia y los derechos humanos para todos.