Nueva York. Estamos viendo operaciones militares rusas dentro del territorio soberano de Ucrania en una escala que Europa no ha visto en décadas.
Día tras día, he dejado claro que tales medidas unilaterales están directamente en conflicto con la Carta de las Naciones Unidas.
La Carta es clara: “Todos los miembros se abstendrán en sus relaciones internacionales de la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier estado, o de cualquier otra manera incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas”.
El uso de la fuerza de un país contra otro es el repudio de los principios que todo país se ha comprometido a respetar.
Esto se aplica a la actual ofensiva militar. Está mal. Va en contra de la Carta. Es inaceptable, pero no es irreversible.
Repito mi llamamiento de anoche al presidente Putin: Detener la operación militar.
Llevar las tropas de regreso a Rusia. Conocemos el costo de la guerra.
Con el aumento de las muertes, estamos viendo imágenes de miedo, angustia y terror en todos los rincones de Ucrania.
Las personas, todos los días, personas inocentes, siempre pagan el precio más alto. Por eso, las Naciones Unidas están ampliando las operaciones humanitarias en Ucrania y sus alrededores.
Hoy estoy anunciando que asignaremos de inmediato 20 millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias para satisfacer necesidades urgentes. Nosotros y nuestros socios humanitarios estamos comprometidos a quedarnos para apoyar a las personas en Ucrania en su momento de necesidad.
El personal de las Naciones Unidas está trabajando a ambos lados de la línea de contacto, siempre guiados por los principios humanitarios de neutralidad, imparcialidad, humanidad e independencia.
Brindamos ayuda humanitaria para salvar vidas de las personas necesitadas, independientemente de quiénes sean o dónde se encuentren.
La protección de los civiles debe ser la prioridad número uno.
Debe respetarse el derecho internacional humanitario y de derechos humanos.
Las decisiones de los próximos días darán forma a nuestro mundo y afectarán directamente las vidas de millones y millones de personas.
De conformidad con la Carta, no es demasiado tarde para salvar a esta generación del flagelo de la guerra.
Necesitamos paz.
Gracias.