Es hora de establecer un alto el fuego y volver a la senda del diálogo y las negociaciones para salvar a la población de Ucrania y de otros países del azote de la guerra

Nueva York (ONU) - Sr. Presidente, 

Excelencias, 

Señoras y señores, 

Nos reunimos ante la más grave crisis mundial de paz y seguridad de los últimos años, y desde luego de mi época como Secretario General. 

Nuestro mundo se enfrenta a un momento de peligro.  Realmente esperaba que no llegara.  

Los últimos acontecimientos relacionados con Ucrania son motivo de gran preocupación. 

Incluyen informes sobre el aumento de las violaciones del alto el fuego en la línea de contacto y el riesgo real de una nueva escalada sobre el terreno. 

Mis pensamientos están con todos los que ya han sufrido tanta muerte, destrucción y desplazamiento.  

La historia de este conflicto es compleja, con al menos dos relatos permanentemente opuestos.   

Sé que sus autores nunca se pondrán de acuerdo sobre lo que ocurrió en el pasado.   

Pero en la situación actual una cosa está clara: la decisión de la Federación Rusa de reconocer la llamada "independencia" de las regiones de Donetsk y Luhansk -y su seguimiento- son violaciones de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania e incompatibles con los principios de la Carta de las Naciones Unidas.   

Y aquí, en esta sala sagrada,

debo subrayar que esta acción también es incompatible con una resolución histórica adoptada por la Asamblea General hace más de medio siglo. 

Me refiero a la Declaración sobre los principios de derecho internacional referentes a las relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas. 

Esta llamada "Declaración de Relaciones Amistosas" fue adoptada durante la sesión de la Asamblea General que marcó el 25º aniversario de las Naciones Unidas.  

La Declaración de Relaciones Amistosas -que ha sido citada repetidamente por la Corte Internacional de Justicia como representante del derecho internacional- establece varios principios vitales que son muy relevantes para la sesión de hoy. 

En particular, me gustaría destacar el principio de igualdad soberana de los Estados y la afirmación de que "la integridad territorial y la independencia política del Estado son inviolables". 

Otras resoluciones de la Asamblea General también respaldan plenamente la soberanía, la independencia política y la integridad territorial de Ucrania, dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas.  

Señor Presidente,  

Los Acuerdos de Minsk -aprobados por el Consejo de Seguridad y que yo apoyé firmemente desde el principio- sobrevivían en una unidad de cuidados intensivos gracias a una serie de dispositivos de soporte vital.   

Pero ahora esos dispositivos se han desconectado.   

También debemos preocuparnos por preservar la integridad del mantenimiento de la paz.   

Las Naciones Unidas tienen una larga y reconocida experiencia en el despliegue de operaciones de mantenimiento de la paz -- que sólo tienen lugar con el consentimiento del país anfitrión. 

Señor Presidente,  

Es el momento de la moderación, la razón y la desescalada. 

No hay lugar para acciones y declaraciones que lleven esta peligrosa situación al abismo.  

Es hora de establecer un alto el fuego y volver a la senda del diálogo y las negociaciones para salvar a la población de Ucrania y de otros países del azote de la guerra.  

Insto a todas las partes a hacer pleno uso del artículo 33 de la Carta y de sus diversos instrumentos de solución pacífica de controversias. 

Señor Presidente,  

El sistema de las Naciones Unidas sigue apoyando al pueblo de Ucrania a través de nuestra labor humanitaria y de derechos humanos. 

Nuestra Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos cuenta con siete oficinas en todo el país -a ambos lados de la línea de contacto- que documentan las bajas civiles, vigilan la libertad de circulación e informan sobre las denuncias de violaciones de los derechos humanos. 

Nuestras operaciones humanitarias son independientes de quienquiera que controle el territorio donde vive la gente.  

Incluso antes de esta última escalada, dos millones de personas en Ucrania necesitaban ayuda humanitaria.  

Sólo desde principios de 2022, nosotros y nuestros socios hemos entregado 140 toneladas métricas de ayuda para salvar vidas a través de la línea de contacto.  

También en este caso, nuestras acciones se basan totalmente en los principios humanitarios aprobados por la Asamblea General. 

La asistencia humanitaria de las Naciones Unidas se guía por cuatro principios humanitarios: humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia. 

Y estos principios son fundamentales para establecer y mantener el acceso a las personas afectadas, incluidas las que se encuentran en el contexto de un conflicto armado. 

La Asamblea General ha subrayado en repetidas ocasiones la importancia de promover y respetar estos principios en el marco de la asistencia humanitaria. 

Nuestros organismos humanitarios se comprometen a permanecer y a prestar apoyo a la población de Ucrania, y están dispuestos a ajustar y repriorizar sus operaciones según sea necesario.  

Como lamentablemente sabemos muy bien, en los conflictos, los civiles, incluidos las mujeres y los niños, siempre son los primeros y los que más sufren.  

Si el conflicto en Ucrania se extiende, el mundo podría ver una escala y una gravedad de necesidades nunca vistas en muchos años.  

Si el conflicto en Ucrania se extiende, el mundo podría ver una escala y una gravedad de necesidades nunca vistas en muchos años.  

Insto a todas las partes a que permitan el acceso seguro y sin obstáculos de los organismos humanitarios, incluso en las zonas del este de Ucrania no controladas por el Gobierno.  

Todas las partes deben cumplir sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario.  

Señor Presidente,  

Estoy plenamente comprometido a apoyar todos los esfuerzos para resolver esta crisis sin más derramamiento de sangre.  

Mis buenos oficios siguen estando disponibles.   

No podemos y no cederemos en la búsqueda de una solución pacífica.  

Gracias.