“Es posible transformar la realidad de violencia que enfrentan las mujeres”: Belén Sanz

Para acabar con la violencia contra las mujeres y niñas, el primer paso es escucharlas y creerles, dijo.
Ciudad de México (CINU México) – A pesar de lo profundamente arraigada que está en la sociedad, es posible cambiar la realidad de violencia a la que se enfrentan las mujeres mexicanas día con día, mencionó la Representante en México de ONU Mujeres, Belén Sanz Luque.
La humanidad ha demostrado que tiene la capacidad para unirse y actuar de forma coordinada para enfrentar algunos de sus grandes desafíos y problemas. Para acabar con la violencia contra las mujeres y niñas, el primer paso es escucharlas y creerles, dijo.
“Para ello, tenemos que empezar por creer en las víctimas, por escucharlas y adoptar soluciones integrales que promuevan esos cambios profundos y que atiendan las causas estructurales de la desigualdad, trabajar con los hombres, con las y los jóvenes para transformar esta situación de desigualdad, empoderar a las niñas y a las mujeres y fomentar su liderazgo”.
Una campaña global para sensibilizar y eliminar las violencias contra las mujeres y las niñas
La Organización de las Naciones Unidas observa el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer; este día es el comienzo de la Campaña Únete, que plantea 16 días de activismo entre el 25 de noviembre y el 10 de diciembre para eliminar todas las formas de violencia en contra de las mujeres y las niñas.
ÚNETE fue puesta en marcha en 2008 por el Secretario General de la ONU y está coordinada por ONU Mujeres. Convoca a todas las gencias de Naciones Unidas, llama a todos los gobiernos, la sociedad civil, las organizaciones de mujeres, el sector privado, la cooperación internacional, los medios, los hombres, los y las jóvenes y las mismas mujeres y niñas a que se unan para acabar con esta pandemia mundial.
La campaña incluye tres pilares de acción, alto a la impunidad: acceso a la justicia, leyes y planes; ni una menos: estadísticas y servicios de atención, protección y reparación para las sobrevivientes; y es responsabilidad de todos y todas: prevención primaria, concientización e incidencia.
¿Por qué el color naranja?
El naranja significa cambio, transformación hacia un futuro con igualdad, además de ser un color brillante que contribuye a poner un foco de atención sobre una problemática global: las violencias contra las mujeres y niñas. Elegido por la Red Mundial de Jóvenes ÚNETE, este tono se ha ido posicionando por las Naciones Unidas como el color que identifica esta causa en todo el mundo.
“Este 25 de noviembre es un momento para hacer ese cambio, podemos hacerlo, hemos demostrado que es posible en distintos momentos el unirnos como humanidad para atender los grandes problemas que la aquejan. En ese sentido, las Naciones Unidas y ONU Mujeres hacemos un llamado a toda la sociedad a dar ese paso, a dar ese cambio y hacerlo como una urgencia impostergable”, dijo Belén Sanz.
Panorama general en México
La violencia contra las mujeres y las niñas es una grave violación a los derechos humanos y, además, es de las más arraigadas, extendidas y toleradas por nuestras sociedades.
Se manifiesta en todos los ámbitos de las vidas de las mujeres, tanto pública como privada e incluso en los medios de comunicación digitales. Su origen y causas están basados en la discriminación de género que hace que se reproduzca esta violencia, que las mujeres estén en una situación de desigualdad y desventaja en la sociedad y que no puedan ejercer sus derechos humanos.
Por ejemplo, el 67% de las agresiones contra las mujeres en el ámbito comunitario o público son de tipo sexual: intimidación: comentarios indeseados hasta una intervención física de carácter sexual que puede derivar en una violación.
1 de cada 3 mujeres en el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual a lo largo de su vida y en México al menos 7 de cada 10 mujeres ha enfrentado un incidente de violencia, alguna vez en su vida.
”Esta violencia se manifiesta en distintos espacios de su vida, pero en particular los datos nos indican que casi 44% de las mujeres mexicanas han sido víctimas de la pareja o ex pareja”, explicó Belén Sanz.
Impactos de la pandemia por la COVID-19
Producto de la pandemia por la COVID-19, el riesgo de la violencia ejercida contra las mujeres se ha incrementado, principalmente por dos razones: las mujeres que coexistían o convivían con sus agresores han tenido limitada su movilidad; y las medidas de confinamiento han implicado una dificultad de acceder a los servicios de atención.
Ambas situaciones se reflejan en un incremento a las llamadas y solicitudes de apoyo a números de emergencia, así como acceso a refugios.
De acuerdo con ONU Mujeres, también ha habido un impacto en la economía y estabilidad laboral de las mujeres, que han perdido a nivel mundial cerca de 54 millones de empleos, lo cual las ha puesto en una situación de enorme precariedad, y en el caso de México de los 1.6 millones de trabajos que se perdieron durante la pandemia, más de 80% eran de mujeres.
También se incrementó el trabajo de cuidados no remunerado para las mujeres; y se dificultó el acceso a servicios de salud.
“En el centro del 25 de noviembre está en un llamado a todas las instituciones, actores sociales y políticos, a hacer un esfuerzo inmediato por poner en marcha aquellas medidas que ya se habían iniciado antes de la pandemia y que ahora hay que redoblar para garantizar que no haya un retroceso en todos estos avances”, dijo.
Un llamado de urgencia a la acción colectiva
El llamado del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, a través de la campaña ÚNETE es a la urgente acción colectiva, que es necesaria para un cambio contundente.
“Porque la eliminación de la violencia contra las mujeres requiere por un lado atender las causas de la desigualdad y la discriminación; cambiar todos los estereotipos que han reproducido la violencia, pero además requiere dar una atención dedicada, inmediata y de calidad a las víctimas, creerles, trabajar con ellas y a partir de ahí tener una respuesta por parte de las instituciones y la sociedad”, explicó Belén Sanz.
“Este es un llamado de urgencia porque no podemos permitir ni estas cifras ni las causas que las provocan y por eso tenemos que irnos a las causas estructurales de esta violencia que es justamente estos estereotipos de género que reproducen la desigualdad, tenemos que trabajar con los hombres, quienes tienen que ser cómplices de la igualdad”, finalizó.
En México, las mujeres que se encuentren en una situación de violencia inminente, pueden comunicarse al número de emergencia 911 para solicitar apoyo. Sanz Luque pidió que no se queden en silencio y acudan a familiares o personas de confianza que las puedan acompañar en este proceso.
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