ONU-DH acompaña el Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico
ONU-DH expresó su disposición para seguir colaborando con el fin de posicionar los trabajos de la Comisión en la agenda institucional y social.
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) ha acompañado desde su diseño y creación por Decreto Presidencial el 6 de octubre de 2021 los trabajos de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas entre 1965 y 1990, a través de los cinco instrumentos que la componen.
Uno de dichos instrumentos fue el Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico, que a la conclusión del periodo establecido para su mandato, presentó sus informes “Fue el Estado: 1965-1990” -el 16 de agosto-, y “Verdades Innegables” -el 10 de octubre-. ONU-DH, en el marco del Decreto Presidencial, asesoró el trabajo del referido Mecanismo y participó en la presentación de ambos informes, que dan cuenta del trabajo logrado para analizar la historia desde múltiples perspectivas, extrayendo lecciones que no solo ayudan a comprender el pasado, sino que también orientan la construcción de un presente más justo y transparente.
ONU-DH reconoce la destacada labor de la comisionada Eugenia Allier y de los comisionados Abel Barrera, David Fernández y Carlos Pérez Ricart, así como del equipo investigador que llevó a cabo la recopilación y análisis de testimonios, entrevistas con víctimas, revisión de archivos, documentación de casos y formulación de recomendaciones clave.
En la presentación de ambos informes, ONU-DH expresó su disposición para seguir colaborando con el fin de posicionar los trabajos de la Comisión en la agenda institucional y social durante la presente Administración Federal. La ONU-DH subraya que la convergencia de voluntades y la afinidad de propósitos son fundamentales para alcanzar los anhelos de justicia, verdad, búsqueda efectiva, memoria, reparación integral y garantías de no repetición.
Estas aspiraciones no son meros deseos; son derechos humanos esenciales, consagrados en tratados internacionales y otras fuentes del derecho internacional. La Comisión de la Verdad, con sus cinco instrumentos, se erige como un logro de las personas sobrevivientes, de los familiares de personas desaparecidas y ejecutadas extrajudicialmente, así como de los actores solidarios que los han acompañado. Su creación no solo reconoció el poder de las víctimas y fortaleció su dignidad, sino que también reflejó la voluntad del Gobierno del ex Presidente López Obrador y parte de sus colaboradores para abordar una agenda largamente relegada por el Estado.
Desde la creación del Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico, las víctimas han estado en el centro del proceso. El enfoque de derechos humanos ha prevalecido, y la deliberación ha sido vigorosa e inclusiva. Se ha favorecido la participación y la escucha activa, y se ha subrayado la responsabilidad del Estado en las graves violaciones cometidas, que buscaban perpetuar un régimen autoritario, controlar la sociedad, reprimir el disenso y anular la diversidad.
Sin embargo, los retos han sido significativos. ONU-DH destaca las resistencias por parte de las estructuras castrenses y los aparatos de seguridad e inteligencia, así como las limitaciones para que los responsables enfrenten la justicia y contribuyan a la búsqueda de la verdad.
ONU-DH alienta a las autoridades que recién han asumido sus nuevas responsabilidades a reforzar su compromiso con las víctimas, retomando las recomendaciones emitidas en estos informes. Solo una voluntad firme permitirá que se transforme la frustración en esperanza para las víctimas y sobrevivientes y que el esfuerzo realizado por quienes integraron la “Comisión de la Verdad” rinda todos los frutos esperados.
Asimismo, la ONU-DH reitera el saludo del decreto emitido en conmemoración del 2 de octubre y confía en que estas medidas tempranas marquen el inicio de un camino hacia la memoria y las garantías de no repetición.
ONU-DH reafirma su compromiso de seguir acompañando a víctimas, autoridades, organizaciones sociales, sectores académicos y periodistas, así como a todos los actores comprometidos con la construcción de un futuro justo, integrador y sostenible. Un futuro basado en la confianza y el respeto a los derechos humanos, que promueva la inclusión, la no discriminación, la pluralidad y la tolerancia, y que rechace el abuso de poder y la impunidad.