Dónde trabajan las mujeres: Ocupaciones y sectores en los que predominan las mujeres
La transformación del panorama de género en el lugar de trabajo sigue siendo algo limitada.
El mes pasado se dio un gran paso hacia la igualdad de género. El Premio Nobel de Economía, un campo infamemente dominado por los hombres, fue concedido a la profesora Claudia Goldin. No se trata simplemente de un reconocimiento a la contribución de las mujeres en este campo, sino también a la importancia de su investigación, que "ha hecho avanzar nuestra comprensión de los resultados de las mujeres en el mercado laboral". Si bien su investigación aporta una profunda comprensión del papel de la mujer y de las causas subyacentes de las desigualdades de género en el mercado laboral estadounidense, es importante reconocer que en un contexto internacional pueden surgir narrativas diferentes, conformadas por diversos factores sociales y culturales.
Este blog presenta las tendencias mundiales actuales de las mujeres en la ocupación en distintas ocupaciones y sectores, y señala la persistencia de la segregación horizontal y vertical basada en el género. Los datos subyacentes proceden de la Colección de Microdatos Armonizados de la OIT y ya están disponibles en la base de datos Perfiles de Trabajadores y Sectores (véase el recuadro para más detalles).
Desequilibrios de género entre profesiones y sectores
Como era de esperar, las mujeres siguen ocupando puestos tradicionalmente femeninos en muchos sectores y profesiones. Por ejemplo, las ocupaciones relacionadas con la enfermería y el cuidado de niños presentan porcentajes femeninos excepcionalmente altos, con cifras que superan el 90%. Los puestos relacionados con la enseñanza y la educación también cuentan con una importante presencia femenina, especialmente en la enseñanza primaria y la primera infancia. Del mismo modo, las ocupaciones elementales relacionadas con la cocina y la limpieza tienen una elevada proporción de mujeres, al igual que los puestos de oficinista y bibliotecario.
Por el contrario, algunas profesiones de alto riesgo, como la conducción de locomotoras, las operaciones con maquinaria pesada y las tripulaciones de cubierta de buques, carecen de representación femenina. Lo mismo puede decirse de muchos otros operadores de instalaciones y maquinaria, así como de los trabajadores del comercio y los obreros. Mientras tanto, las ocupaciones más equilibradas entre hombres y mujeres suelen ser las de vendedores y profesionales del comercio y la administración.
Tampoco hay sorpresas en cuanto a los sectores en los que las mujeres son mayoría. Además de dominar las actividades económicas en los servicios sociales y sanitarios, las mujeres también están sobrerrepresentadas en determinadas industrias manufactureras, como las relacionadas con la confección. Por el contrario, industrias como la minería, la explotación de canteras y las actividades centradas en la construcción siguen estando dominadas por los hombres. Los sectores minoristas, sin embargo, presentan una distribución por sexos más equilibrada.
La huella femenina del trabajo asistencial
Muchas de las ocupaciones y sectores en los que predominan las mujeres están relacionados con los cuidados. Este predominio femenino es más pronunciado en las ocupaciones asistenciales básicas, como el cuidado de niños, la enfermería y la obstetricia, y en los sectores relacionados con los cuidados residenciales (por ejemplo, las actividades en residencias de ancianos) y los hogares privados (donde se emplean trabajadores domésticos). Según la estimación mundial más reciente basada en los datos disponibles, las mujeres representan el 67% de la mano de obra mundial de los cuidados. En particular, los trabajadores domésticos empleados directamente por los hogares tienen la proporción más significativa de mujeres. En países como Seychelles, Bielorrusia, Eslovaquia y Georgia, al menos cuatro de cada cinco personas que trabajan en el sector de los cuidados la ocupación son mujeres. Curiosamente, las ocupaciones de asistencia fuera del sector de la asistencia (es decir, trabajadores de asistencia personal en el sector de la hostelería), así como las ocupaciones no relacionadas con la asistencia en el sector de la asistencia (es decir, personal administrativo en residencias, hospitales o clínicas) parecen tener una distribución de género más equilibrada.
La obstinada naturaleza de género del trabajo de cuidados ha tenido graves consecuencias para los resultados de las mujeres en el mercado laboral, su independencia económica y la igualdad de género en general. A medida que aumenta la demanda mundial de cuidados debido a factores como los cambios en las estructuras familiares, el envejecimiento de la población y el cambio climático, urge adoptar políticas de cuidados adecuadas y transformadoras desde el punto de vista del género para hacer frente a la creciente demanda de cuidados y mitigar las limitaciones que afectan a la participación de las mujeres en el mercado laboral y a la igualdad de representación en la sociedad y en la toma de decisiones. Si no se aborda esta evolución de las necesidades, podrían acentuarse aún más las desigualdades de género en la mano de obra y suponer una carga adicional para los ya sobrecargados cuidadores, especialmente tras la pandemia de COVID-19. El mes pasado también se celebró por primera vez el Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo de la ONU, que destaca la importancia de invertir en los cuidados para lograr la igualdad de género y la justicia social.
Romper fronteras para las mujeres en STEM
La mano de obra en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) ha estado dominada durante mucho tiempo por los hombres, pero hay pruebas de que esto está cambiando. Dos de cada cinco trabajadores de STEM son ahora mujeres, según la estimación mundial más reciente basada en los datos disponibles. Algunos países, como Mongolia, Bielorrusia y Lesoto, están a la cabeza de la representación femenina en estas profesiones, con más de la mitad de mujeres en STEM la ocupación. Sin embargo, en el lado opuesto, países como Pakistán, Emiratos Árabes Unidos, Burkina Faso e Irak aún tienen un largo camino por recorrer, ya que las mujeres constituyen menos de una cuarta parte de su mano de obra en STEM.
La inclusión de las mujeres en las profesiones STEM es esencial para fomentar perspectivas diversas en lugares de trabajo equilibrados, rectificar las desigualdades históricas de género, estimular el crecimiento económico a través de la innovación, inspirar a las generaciones futuras, abordar problemas mundiales complejos y defender la inclusión y la equidad. Así pues, aunque se han producido algunas mejoras, las mujeres siguen estando muy infrarrepresentadas en una serie de profesiones STEM, especialmente las relacionadas con la tecnología y la ingeniería. Por ejemplo, las mujeres sólo representan en torno al 10% de los ingenieros civiles y programadores informáticos. De hecho, en el sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) sigue habiendo menos de una cuarta parte de mujeres y las diferencias salariales entre hombres y mujeres suelen ser elevadas en este sector.
La lenta ascensión de las mujeres a los puestos directivos
Aunque las mujeres han hecho algunos avances en STEM la ocupación, siguen existiendo retos para su promoción profesional. Sólo el 36% de los puestos directivos y de mandos intermedios están ocupados por mujeres. Además, las mujeres ocupan predominantemente puestos directivos en áreas tradicionalmente consideradas femeninas. Por ejemplo, el 89% de los directores de servicios de atención a la infancia y el 78% de los directores de servicios de atención a la tercera edad son mujeres. Por el contrario, sólo el 1% de los directivos del sector minero son mujeres, lo que no es sorprendente, dado que el sector minero está dominado por los hombres. Mientras tanto, hay una representación de género más equilibrada en los puestos directivos de relaciones públicas, recursos humanos, finanzas y servicios empresariales, donde las mujeres ocupan casi la mitad de estos puestos directivos. Cabe destacar que sólo una quinta parte de los directores generales y consejeros delegados son mujeres. Estos resultados reflejan no sólo una brecha numérica sino, lo que es más importante, de oportunidades, capacitación y percepción.
El potencial del turismo para la capacitación de las mujeres en las economías locales
El turismo destaca como un sector vibrante, repleto de oportunidades para las mujeres y los jóvenes. Pese a ser reconocido por su carácter intensivo en mano de obra, el turismo se ha convertido en un faro de esperanza para las mujeres -muchas de las cuales llegan a convertirse en empresarias- en diversos rincones del mundo. Además, sirve como catalizador de la diversificación económica, especialmente en zonas rurales apartadas y remotas. En particular, el sector de la alimentación y las bebidas, así como el de la hostelería, están a la cabeza de las mujeres la ocupación. Sin embargo, los empleos en estos sectores suelen conllevar sus propios retos. Se caracterizan predominantemente por ser autónomosla ocupación, empresas más pequeñas, mayores tasas de informalidad y, en general, salarios y productividad más bajos.
Conclusión
Navegar por la dinámica global de género en la mano de obra revela tanto avances como retos. El Nobel concedido a la profesora Claudia Goldin puso de relieve la importancia del papel de la mujer en los mercados de trabajo. De nuestro análisis de las tendencias ocupacionales y sectoriales se desprende que hay campos en los que las mujeres son líderes, otros en los que apenas están entrando y algunos en los que siguen estando ausentes. Sorprendentemente, los puntos de vista y patrones tradicionales persisten, con escasos signos de cambio, ya sea en ocupaciones STEM o en puestos directivos. A medida que avanzamos hacia un futuro más equitativo, es vital mantener vivo el diálogo, cuestionar las normas y, lo que es más importante, celebrar cada avance hacia la paridad de género. Cada cifra, cada estadística y cada historia tienen el potencial de inspirar el cambio y marcar nuevos hitos en nuestra búsqueda colectiva de la igualdad.