Unesco insta a regular la neurotecnología para proteger los derechos humanos

En una conferencia de prensa realizada en México, expertos de la La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) hicieron un llamado urgente para abordar los problemas éticos que podrían surgir del creciente uso de la neurotecnología en el país. La neurotecnología, una disciplina que ofrece importantes beneficios, también conlleva serias amenazas para los derechos humanos y la libertad de pensamiento, según destacó Gabriela Ramos, directora general adjunta de Ciencias Sociales y Humanas de la Unesco.

Ramos explicó que, a diferencia de muchas otras tecnologías avanzadas, la neurotecnología tiene la capacidad de acceder directamente al cerebro humano, manipular su estructura y obtener información sobre identidades y emociones. Si esta tecnología se combina con inteligencia artificial, podría dar lugar a la manipulación de sesgos cognitivos y desencadenar reacciones y emociones sin el consentimiento de las personas, lo que plantea un importante debate tanto tecnológico como social.

"El cerebro es nuestra identidad, nos dice quiénes somos. Si alguien tiene acceso a la información de nuestro cerebro y nuestros datos, podría llevarnos a una falta de integridad mental, al riesgo de ser manipulados, atentando contra la dignidad humana y la libertad de pensamiento", advirtió Ramos.

Entre los riesgos mencionados por la directora de la Unesco se encuentra el uso de datos neuronales obtenidos de dispositivos neurotecnológicos no invasivos con fines de mercadotecnia. Esto permite a las empresas detectar señales relacionadas con las preferencias y disgustos de los usuarios, influyendo en su comportamiento para maximizar las ganancias.

Además, Ramos señaló que la adopción masiva de la neurotecnología también podría agravar las desigualdades sociales, ya que, si solo las personas ricas pueden acceder a ella, aumentaría la brecha entre grupos sociales y generar tensiones y conflictos.

La directora adjunta de Ciencias Sociales y Humanas de la Unesco resaltó la gran falta de transparencia en cuanto a la protección de la dignidad y los derechos humanos de los usuarios. Insistió en la necesidad de establecer un marco de gobernanza sólido para los métodos no invasivos de esta tecnología en rápido desarrollo.

La exposición de Ramos destacó cómo el reto actual es comprender cómo funcionan estas tecnologías y las posibles consecuencias si continúan desarrollándose sin ningún tipo de control. Una de las principales preocupaciones es la manipulación política que podría darse a través de estas tecnologías.

Por otro lado, Ángel Arauz, director general del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México, respaldó el uso prometedor de la neurotecnología en investigaciones y tratamientos de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y el párkinson, así como en tumores cerebrales.

En ese sentido, la Unesco hizo un llamado a la acción para establecer una regulación que proteja el uso de la neurotecnología y sus implicaciones en la vida humana. Gabriela Ramos destacó que el Consejo Ejecutivo de la Unesco ya dio el primer paso recomendando el desarrollo de un estándar global ético para la neurotecnología, al igual que se hizo con la inteligencia artificial.

La neurotecnología, con sus diversas aplicaciones, representa un campo tecnológico multidisciplinario que requiere atención y acción legislativa para salvaguardar la integridad mental, la dignidad humana, la identidad personal, la libertad de pensamiento, entre otros aspectos fundamentales para el bienestar de la sociedad. Con inversiones gubernamentales y privadas en aumento, es imperativo que la regulación avance en paralelo para garantizar un uso ético y responsable de esta tecnología.