Ante las crisis que atravesamos no existe opción, es solidaridad o extinción: Alberto Fernández
El presidente de Argentina hizo un llamado a la solidaridad en contra del colonialismo y los efectos de la pandemia de COVID-19.
Nueva York (ONU) - Durante el 76 periodo de sesiones de la Asamblea General, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, hizo un llamado a la solidaridad en contra del colonialismo y los efectos de la pandemia de COVID-19.
El presidente de Argentina señaló durante su discurso que la pandemia ha mostrado la globalización de las injusticias y al mismo tiempo la vulnerabilidad que va más allá de las fronteras. También, dijo, despertó el riesgo de la codicia, el derroche y la lentitud para ofrecer respuestas solidarias a los problemas globales.
“Quiero enfatizar ante esta Asamblea la convicción de que las vacunas contra la COVID-19 deben ser bienes públicos globales. Argentina celebra la propuesta en materia de patentes con el objeto de contribuir a promover la producción, la competencia y el desarrollo local de las vacunas con políticas públicas centradas en un decidido apoyo a la investigación y el desarrollo”.
Enfatizó que la pandemia ha agudizado la violencia contra las mujeres, la estigmatización de los migrantes, de las personas afrodescendientes, de las minorías étnicas, de las personas LGBTIQ, los adultos mayores, las personas con discapacidad y ha ocasionado un grave impacto en los pueblos indígenas.
“Tenemos el desafío que construir un nuevo comienzo en favor de sociedades más justas, inclusivas e igualitarias. La prevención y la alerta temprana ante situaciones que podrían derivar en violaciones masivas de derechos humanos, así como en crímenes de lesa humanidad o genocidios, debe ser una de las labores principales de las Naciones Unidas”.
Se trata ahora, dijo, de atender no sólo las consecuencias de esta pandemia en términos sanitarios sino también la reconstrucción de la situación económica y social que va de la mano del cuidado de nuestra casa común, el planeta.
En este contexto hizo una mención sobre la debacle generalizada de las deudas externas en los países en desarrollo de la región de América Latina y el Caribe que, dijo, destinan un 57 por ciento de sus exportaciones al pago de servicios de la deuda externa.
“Argentina es un país que ha sido sometido a un endeudamiento tóxico e irresponsable con el Fondo Monetario Internacional. Los recursos aprobados por el Fondo Monetario Internacional en la Argentina en esta deuda insostenible fueron de 57,000 millones de dólares, el equivalente a todo lo que el organismo desembolsó en los años de la pandemia con destino a 85 países del mundo. Lo reitero, dieron a la Argentina en tan sólo un año prácticamente la misma suma de todo lo que le dieron en el periodo de la pandemia a 85 países del mundo. No hay ninguna racionalidad técnica ni lógica ética ni sensibilidad política que pueda justificar semejante aberración”.
Por eso, explicó, apoyamos también la idea de impulsar un acuerdo multilateral inclusivo capaz de abordar las cuestiones referidas a la reestructuración de las deudas soberanas.
“Entendemos que la prórroga de la iniciativa de suspensión de servicios de deuda producida por el G20 aunque valiosa, es una medida provisoria e insuficiente que no aborda a fondo la cuestión sobre el alivio y la reestructuración de la insostenibilidad de las deudas, de la misma manera la falta de un marco multilateral para la reestructuración la deuda de los países de renta media sigue siendo un vacío importante dentro de la gobernanza financiera internacional. Por eso entramos en la ampliación de un nuevo marco común para el tratamiento de las deudas del G20 a países de ingresos medios con vulnerabilidades y proponemos también que la calificación del riesgo crediticio de los países, hoy en manos de pocas agencias privadas, sea parte de la agenda de la reforma de la arquitectura financiera internacional”.
Respecto al colonialismo, el presidente Fernández enfatizó que la República Argentina reafirma sus derechos de soberanía legítimos e imprescriptibles sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y los espacios marítimos circundantes los cuales integran parte del territorio nacional argentino.
“Dichos territorios se encuentran ocupados ilegalmente por el Reino Unido desde hace ya más de 188 años y no existe ninguna razón salvo la intención del Reino Unido de mantener la manifiesta ilegítima situación colonial para que no se retome ya el diálogo bilateral. La injustificada y desmedida presencia británica en las islas que no hace más que crear tensión a una región caracterizada por ser una zona de paz y cooperación internacional”.
Finalmente señaló que nuestra humanidad enfrenta un desafío de conjugar un cambio tecnológico exponencial y una degradación ambiental terminal con una mirada de desarrollo humano integral y justicia social planetaria.
“No se trata de una opción, es solidaridad o extinción. Sólo saldremos con liderazgos audaces con ideas innovadoras y proyectos que permitan hacer posible lo que parece una quimera. Las agujas del reloj están apurando su paso, no queda tiempo para perder, es ahora o nunca, la historia nos juzgará no por nuestras palabras sino por nuestras acciones”.
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