Nueva York (Naciones Unidas).-
Hoy se conmemora el 30º aniversario del cierre del polígono de ensayos nucleares de Semipalatinsk (Kazajstán), el más grande de la Unión Soviética. El cierre de este polígono, donde se realizaron más de 450 ensayos nucleares, marcó el fin de la era en que los ensayos nucleares se realizaban sin restricciones. Poco después, los países comenzaron a negociar el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE), que fue adoptado cinco años más tarde.
Se observa el aniversario del cierre de un polígono de ensayos nucleares en Kazajstán, el más grande de la Unión Soviética, donde se realizaron más de 450 ensayos nucleares.
Los ensayos nucleares causaron enormes sufrimientos y daños ambientales, y tuvieron consecuencias terribles para la salud de los habitantes de las zonas afectadas.
Muchas de estas personas tuvieron que abandonar sus tierras ancestrales, lo que trastornó sus vidas y afectó sus medios de subsistencia. Se destruyeron entornos y ecosistemas prístinos, que tardarán décadas, si no siglos, en sanar.
En los 30 años transcurridos desde el cierre del polígono de Semipalatinsk, hemos asistido a la elaboración gradual de una norma contra los ensayos nucleares.
Al prohibir a todos los países que lleven a cabo explosiones de armas nucleares en cualquier lugar, el TPCE pone freno a la carrera armamentista nuclear y constituye un poderoso obstáculo al desarrollo de nuevas armas nucleares. Sin embargo, aún no se ha aprovechado todo el potencial del TPCE, ya que el tratado no ha entrado en vigor a pesar de contar con la aceptación casi universal de los Estados.
El Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE) pone freno a la carrera armamentista nuclear y constituye un poderoso obstáculo al desarrollo de nuevas armas nucleares. Sin embargo, aún no se ha aprovechado todo su potencial.
Insto una vez más a los Estados que no hayan ratificado aun el Tratado a que lo hagan sin más demora. Los ocho Estados cuya ratificación es necesaria para la entrada en vigor tienen una responsabilidad especial al respecto. Por otra parte, todos los Estados deben mantener o aplicar moratorias sobre las explosiones nucleares.
El Día Internacional contra los Ensayos Nucleares es una ocasión para reafirmar nuestro compromiso con la prohibición de todos los ensayos nucleares, por cualquier persona y en cualquier lugar. No hay excusas para retrasar la consecución de este objetivo.