México celebra 50 años de la Convención sobre Patrimonio Mundial de la UNESCO
El patrimonio mundial ayuda a la humanidad a afrontar los desafíos del mundo contemporáneo.
El Patrimonio Mundial se ha posicionado como una de las acciones de cooperación internacional más reconocidas y en un foco de atención por sus mejores prácticas, no sólo por las de conversación y sostenibilidad, sino también por la participación de las comunidades. Mediante una visión amplia del patrimonio que trasciende los propios sitios y bienes y el reconocimiento de la diversidad de sus tipologías se enriquece la vida diaria de las personas, por ejemplo, al reconocer el papel del patrimonio para las prácticas sociales, culturales y políticas de un pueblo, para garantizar el derecho a la memoria, fortalecer el sentido de pertenencia y las identidades o para promover la acción climática.
El patrimonio mundial ayuda a la humanidad a afrontar los desafíos del mundo contemporáneo y su reconocimiento ha sido posible gracias a la Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural de 1972 de la UNESCO.
“El único instrumento de derecho internacional con posibilidades de mantener dos sectores complejos bajo una misma disciplina, como son la dimensión cultural y los pueblos, y la protección de la naturaleza”
Frédéric Vacheron, Representante de la UNESCO en México.
México se suma a las celebraciones por los 50 años de la Convención sobre Patrimonio Mundial, como país con el mayor número de bienes y sitios registrados en la Lista del Patrimonio Mundial en la región de América Latina y el Caribe y el séptimo a nivel mundial, para continuar la reflexión mundial sobre Los Próximos 50, The next 50, para evaluar los resultados y los desafíos que enfrenta el patrimonio. La Ciudad de Querétaro forma parte de la Lista de Patrimonio Mundial con su Zona de Monumentos Históricos y fue la sede de una serie de paneles de discusión, talleres y presentaciones de libro conmemorativas de la Convención de 1972 de la UNESCO.
Las labores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la gestión, valoración, investigación y protección del patrimonio mexicano se formalizaron mediante una ley federal en la década de los 70 del siglo XX. Tanto la labor de esta ley como la de la propia Convención no sería posible sin comunidades, organizaciones e instituciones, por lo que se presentó de manera conmemorativa el libro “50 años de la Convención del Patrimonio Mundial en México e Iberoamérica. Medio siglo en la gestión del valor universal excepcional”, la noche del 20 de octubre de 2022 en el Museo de Arte de Querétaro (MAQRO), edificación que data del siglo XVIII y que fue el antiguo Claustro de San Agustín, con un patio barroco novohispano que es considerado de los más bellos de Latinoamérica. Consulte el video de la presentación, AQUÍ.
La publicación es una compilación de textos de 35 investigadores nacionales e internacionales que destacan la riqueza histórica, cultural y natural de los bienes mexicanos inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, con la coordinación de Francisco Javier López Morales y Nelly M. Robles García, y hecha posible gracias al Municipio de Querétaro y la Oficina de la UNESCO en México.
El libro ofrece un extenso recorrido desde la obra más antigua reconocida en el país, como las Pinturas Rupestres de la Sierra de San Francisco, que datan del año 100 a.n.e., hasta las obras de la primera mitad del siglo XX, como la Casa Estudio de Luis Barragán, testimonio de las corrientes modernas del funcionalismo europeo adaptadas a la arquitectura mexicana. Desde las ciudades más antiguas del continente construidas en el periodo clásico, como la Ciudad Prehispánica de Teotihuacan, hasta las más cercanas a nuestra contemporaneidad como la Ciudad de México y más de 10 ciudades históricas fundadas en el periodo novohispano. Desde Paisajes Culturales tan excepcionales como Xochimilco o las Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla en Oaxaca, hasta los puntos más septentrionales en la frontera con los Estados Unidos, que forman parte del Itinerario Cultural del Camino Real de Tierra Adentro, y bienes mixtos como la Antigua Ciudad Maya y bosques tropicales protegidos de Calakmul en Campeche. Desde las Misiones Franciscanas de la Sierra Gorda de Querétaro, notable testimonio del proceso histórico de América, hasta los sitios mixtos y naturales que dan cuenta de la riqueza natural y nuestra “megadiversidad”.
© Instituto Municipal de Planeación del Municipio de Querétaro
Durante la presentación del libro participaron el Presidente Municipal de Querétaro, Luis Nava; Marcela Herbert Pesquera, Secretaria de Cultura del Gobierno del Estado de Querétaro; Luz de Lourdes Herbert Pesquera, Directora de Patrimonio Mundial del INAH; José Gustavo Botello Montes Director del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN); Carlos Alberto Hiriart Pardo, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; editores de la publicación; queretanas y queretanos.
El mismo 20 de octubre, por la mañana y en el Centro de las Artes de Querétaro, se realizó la mesa de diálogo “Encaminando el presente y el futuro, a 50 años de la Convención del Patrimonio Mundial”, en la cual se destacó la importancia de incrementar las alianzas financieras y técnicas para preservar el patrimonio y ampliar a una mayor población el conocimiento sobre su importancia y sus beneficios, para dar continuidad al espíritu de movilización de la Convención de 1972: a la fecha, 167 Estados Miembro que han logrado la inscripción de 1,154 bienes en la Lista del Patrimonio Mundial, de los cuales 897 son culturales, 218 naturales, 39 mixtos y 43 son transfronterizos.
“Esta maquinaria [la Convención] está alimentada por el trabajo de millones de seres humanos, quienes individualmente o en el marco de instituciones, centros educativos, ministerios y asociaciones, entregan una parte de su tiempo a la causa del patrimonio”.
Mauro Rosi, Jefe de la Unidad para América Latina y el Caribe del Centro de Patrimonio Mundial de UNESCO.
La convención no es sólo un instrumento sino un eje de diálogo y de acción entre los pueblos:
“…debemos pensar que el cuidado de esta herencia biocultural no es exclusivo de uno u otro país, es un tema global. Este es el corazón de la Convención. Asimismo, tampoco podemos pensar que su conservación es posible con la actuación de unos cuantos; el INAH, por ejemplo, necesita de coadyuvantes: autoridades de los tres órdenes de gobierno, grupos de la sociedad civil y de la iniciativa privada, para hacerse cargo de este inmenso patrimonio”.
Diego Prieto, Director del INAH, México.
© Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Querétaro
Como parte de las actividades también se desarrolló un taller para habitantes del Centro Histórico de Querétaro, impartido por el INAH y con el apoyo de la Secretaría de Cultura de Querétaro, un ejercicio a partir del cual se busca formalizar una escuela donde se capacite a la propia ciudadanía en restauración.