Naciones Unidas (Nueva York).- Hoy celebramos la resiliencia, el empuje y la innovación de la juventud en tiempos de COVID-19.
La juventud ya se enfrentaba a niveles desproporcionados de desempleo y subempleo antes de la pandemia. Más de una de cada cinco personas jóvenes no trabajaban, estudiaban ni recibían capacitación, la mayoría de las cuales eran mujeres jóvenes.
La pandemia de COVID-19 ha agravado aún más esta preocupante situación. En muchos casos, ha obligado a las organizaciones a interrumpir la formación para el desarrollo de aptitudes. El aprendizaje a distancia ha planteado un reto especial para la educación y la formación técnica y profesional, sobre todo entre la juventud marginada.
Para recuperarnos mejor, debemos abordar las disparidades y los retos a los que desde hace tiempo se enfrenta la juventud. Esto supone intensificar el desarrollo de aptitudes y la educación, con especial atención a la acción climática, el desarrollo sostenible, la igualdad de género y la inclusividad. Es fundamental potenciar las inversiones en educación y formación técnica y profesional, la conectividad de banda ancha y las competencias digitales.
La juventud impulsa las soluciones y debe hacer oír su voz, especialmente en los procesos de elaboración de políticas a nivel local, nacional y mundial. Juventud 2030, la Estrategia del sistema de las Naciones Unidas para la Juventud, establece la hoja de ruta para que las Naciones Unidas y sus asociados trabajen en favor de la juventud de todo el mundo y junto a ella. Insto a todo el mundo a aprovechar al máximo este marco y a construir desde la unidad un desarrollo inclusivo, justo y sostenible para todas las personas.
Les deseo un Día Mundial de las Habilidades de la Juventud feliz y productivo.