Observaciones del Secretario General de la ONU, António Guterres, sobre el día Internacional para proteger la educación de ataques
Cuando protegemos la educación, protegemos el futuro
Nueva York (Naciones Unidas).-
Permítanme comenzar agradeciendo al Estado de Qatar y a la Fundación Educación sobre Todo por su amable invitación.
También doy la bienvenida a los distinguidos invitados y representantes que se unieron a nosotros en este importante evento.
La comunidad global necesita hablar con una sola voz:
Los ataques a las escuelas deben cesar.
Las escuelas deben ser lugares de aprendizaje, seguridad y paz.
La educación proporciona conocimientos y habilidades.
Pero también transforma vidas e impulsa el desarrollo.
Para las personas, las comunidades y las sociedades.
Pero el problema es que año tras año, este derecho fundamental es atacado.
Imagínese ser un niño - sentado en un salón de clases, ansioso por aprender.
O un maestro, dedicado a moldear las mentes de la próxima generación.
Ahora imagine los horrores infligidos por el conflicto en el aprendizaje.
Escuelas que están siendo atacadas o destruidas, o utilizadas con fines militares.
Niños que enfrentan violencia, explotación e incluso reclutamiento para los combates, simplemente porque van a la escuela.
A las mujeres jóvenes y las niñas se les niega por completo el derecho a la educación.
Estudiantes y profesores se preguntan si su lugar de aprendizaje será el próximo.
Entre 2015 y 2020, la Coalición Global para Proteger la Educación de los Ataques recopiló más de 13,000 informes de huelgas en la educación o el uso militar de instalaciones educativas en todo el mundo.
Y esta amenaza no está disminuyendo, como nos muestran claramente los horribles sucesos en Afganistán.
Estos no son números en una página.
Son miles de vidas individuales y futuros individuales.
La pérdida es incalculable.
Por eso pedimos a todos los países que aún no lo hayan hecho que respalden la Declaración de Escuelas Seguras.
Respaldada por 111 Estados hasta ahora, la Declaración describe los pasos concretos que los gobiernos pueden tomar para proteger las escuelas y el aprendizaje.
Instamos a los Estados Miembros a que vayan más allá de sus compromisos en virtud del derecho internacional y pongan en práctica políticas y leyes nacionales que protejan a las escuelas y a los alumnos.
Y eso responsabiliza a los perpetradores.
En todos los países y jurisdicciones, debemos hacer que los ataques a las escuelas sean inaceptables y castigados.
Por último, pedimos un mayor apoyo mundial a la labor de la UNESCO y UNICEF, que trabajan las 24 horas del día para proteger la educación, los estudiantes, los profesores y las escuelas en algunos de los lugares más peligrosos del mundo.
Si bien hemos logrado grandes avances en los últimos años, debemos hacer más para proteger el derecho a la educación para todos.
Como Secretario General de las Naciones Unidas, me enorgullece estar con ustedes en este importante esfuerzo.
Porque cuando protegemos la educación, protegemos el futuro.
Muchísimas gracias.